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04 noviembre 2013

Razones por las que enjuiciaron a Jorge Camet

Exministro de economía -en tiempos de la dictadura-, Jorge Camet.

Estos últimos días varios analistas políticos de derecha se han convertido en las viudas del reciente fallecido ex ministro Jorge Camet (Ministro de economía, del 93 al 97, en los tiempos de la dictadura de Alberto Fujimori), a quien a 12 años de empapelamiento, no se le ha podido probar nada. Se puede decir que fue el ministro de las privatizaciones de la dictadura, y es que en el tiempo que ejerció el cargo de ministro de economía, se encargo de activar la economía del país mediante privatizaciones –Sí. Esa política de privatizaciones donde se remataron a precio ganga las empresas del Perú. Así cualquiera reactiva una economía, no-. Pero como decía, esos analistas de derecha (la mayoría, periodistas del grupo El Comercio) hacen ver que  no había razones suficientes para que se investigara a Jorge Camet. Pues a continuación las razones del por qué se empapelo a Jorge Camet:

  1. • Hasta 1992, su constructora facturaba ventas por 339 mil soles, pero al año siguiente con su presidente en el gobierno, su facturación se elevó a 24 millones. Al retirarse, la empresa había pasado del puesto 17 al 7 en el ranking del sector.
  2. • Entre 1993 y 1997, período en que fue ministro de Economía, su empresa se adjudicó licitaciones con el Estado por 666 millones de soles. Los fondos aplicados fueron los de las privatizaciones que Camet tenía a su cargo.
  3. • A partir del año que Camet fue ministro de Economía subieron las ventas de sus negocios y disminuyó el monto de sus impuestos.
  4. • Abusada fue simultáneamente viceministro de Camet y presidente del directorio de Aeroperú en proceso de privatización, en claro conflicto de intereses. 
  5. • Fritz Du Bois fue jefe de gabinete de asesores de Camet en Economía y Finanzas, sin los títulos profesionales para el cargo, y dirigió la política de salvatajes de empresas bancarias. 
  6. • Roberto Abusada fue empleado de las empresas de Camet antes de entrar al gobierno, y Du Bois fue director por 11 años de la constructora del exministro. Ahora agradecen.

Como ven, había razones suficientes para investigarlo y empapelarlo, a menos claro que crean ciegamente en los milagros. Esa de la multiplicación de los peces y panes. Lo digo porque en tiempo que fue ministro de economía, Jorge Camet vio multiplicar la facturación de ventas de su empresa de construcción y también vio como su empresa se adjudicaba litaciones con el estado a montones. Además, también, de controlar 4 años la chequera del país, tiempo en el que Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori sacaban dinero a granel de las arcas del estado para hacer realidad sus caprichos. Y como dice el dicho: para que la mano negra meta mano y haga realidad su delito, le hace falta muchas personas que hagan de la vista gorda. Pero como hacerse de la vista gorda no es un delito en este país, el ministro Jorge Camet se fue de este mundo libre de polvo y paja. Y es que solo un incompetente no se daría cuenta de lo que pasa en sus narices, de lo que hacía en la oscuridad ese centauro llamado: Fujimontesinismo.

Nota: la fuente de las razones fue sacada de un artículo del periodista Raúl Wiener: http://www.laprimeraperu.pe/online/columnistas-y-colaboradores/recordando-a-camet_153908.html

26 mayo 2013

Nos comenzamos a ir más al extranjero justamente cuando empezamos a crecer económicamente

Si nuestro Perú está creciendo económicamente, si nos está yendo tan bien, si la pobreza se está reduciendo y somos la envidia de muchos países europeos, según nos dicen los discípulos del capitalismo y los fans del liberalismo; entonces: ¿Por qué se sigue yendo la gente al extranjero como en los 80 y 90? Lo más seguro es por los pésimos, abusivos e indecentes empleos que deja este modelo económico, donde los empresarios son los que cortan la tarta y deciden cuánto le toca al trabajador y cuánto a ellos, donde son ellos los que cada vez se llevan más tarta.

El artículo de Alberto Adrianzén nos habla de este tema (él lo titula: crecimiento con exclusión),  y nos deja un cuadro, que es espejo fiel al título que le he puesto al post: Nos comenzamos a ir más al extranjero justamente cuando empezamos a crecer.

A continuación te dejaré el artículo completo sin cambiarle una coma. Solo pondré en negrita lo que me llama más la atención del artículo. Si gustas leer el artículo del lugar mismo donde nació, entonces entra a este enlace: http://www.laprimeraperu.pe/online/columnistas-y-colaboradores/crecimiento-con-exclusion_139838.html
Alberto Adrianzén
Juan José Garrido, además de columnista de El Comercio y periodista de Canal N, es economista y miembro activo de uno de estos grupos que se autodefinen como “libertarios”. También participa en “enfoquederecho.com”, una página web que reúne a otros “libertarios”, como Alfredo Bullard, el mismo que en el último CADE por la Educación 2013, afirmó: “Más Educación no es mejor porque intelectuales formados por (un) sistema educativo tienen tendencias de izquierda y rechazan el mercado” (Teresa Tovar, LA PRIMERA: 14/05/13). Se puede decir que Garrido y Bullard pertenecen al mismo “gremio” en cuanto a ideas “libertarias” y fobias antiizquierdistas se refiere.

Garrido, durante la última campaña presidencial, publicó en su web un artículo titulado “Sobre nacionalismo 2.0” (marzo 2011) en el cual sostenía que la candidatura de Ollanta Humala representaba un peligro para la democracia y el modelo económico actual, ya que “dicho nacionalismo (refiriéndose al de Humala cuando era candidato) provocaría la misma involución económica y social de los setenta y ochenta”.

Hoy, este “libertario” ha cambiado de opinión respecto a Ollanta Humala como lo demuestran sus dos últimos artículos publicados en El Comercio el 14 y 21 de mayo de este año. En ambos, Garrido expresa tres planteamientos: a) que “nunca ha sido más evidente” que el actual crecimiento es lo que ha permitido la reducción de la pobreza y el proceso de inclusión social que hoy se vive en el país; b) que Ollanta Humala, otrora enemigo, ha puesto en práctica una estrategia pro-pobre; y, c) que en la lucha contra la pobreza “se requiere poner a un costado las ideologías”. Sospecho que ni Garrido ni Bullard se creen este último postulado.

Sin embargo, como siempre sucede, la realidad es más rica y compleja que las visiones ideologizadas, incluyendo las de los libertarios. Aquí solo un ejemplo. Sería bueno que alguien nos explique lo que claramente demuestran los datos del siguiente cuadro: ¿por qué cuanto más crecemos más nos vamos del país?

Los datos no engañan. Nos comenzamos a ir más al extranjero justamente cuando empezamos a crecer. No hay que ser zahorí para entender que esta aparente paradoja tiene relación con la calidad de nuestro crecimiento.

Julio Gamero ha demostrado, en función de diez variables que determinan lo que es un trabajo decente según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que de cada 100 trabajadores (asalariados y no asalariados), solamente ocho disponen de un “trabajo decente” en el país, es decir el 8%. La situación mejora entre los asalariados (llega a un 20%), probablemente por el tamaño de las empresas y la presencia de sindicatos.

Hay que recordar que los trabajadores no tienen el derecho a la negociación colectiva y tienen un dudoso derecho de huelga, lo que repercute en una mayor precarización de la fuerza laboral, y aumenta la “indecencia” en el trabajo. A esto se agrega que el Perú es el país suramericano con el sueldo mínimo más bajo, luego de Bolivia.

El otro tema, que demuestra el incremento de la desigualdad en pleno crecimiento, es la distribución del PBI por tipo de ingreso. En el año 2000, el 24,4% correspondió a las remuneraciones (es decir, a los trabajadores), mientras que el 59,1% a los beneficios de los empresarios; en el 2009, el porcentaje de las remuneraciones bajó al 22%, mientras que el de los beneficios subió al 62,8%.

Hay que destacar que el año 2008, año de mayor crecimiento, las remuneraciones alcanzaron sus niveles más bajos con 21,7%, mientras que los beneficios a los empresarios alcanzaron sus niveles más altos, 62,8%. Dicho en otras palabras, a más crecimiento menos ingresos, en términos relativos, para los trabajadores.

Con estos datos, sospecho que se puede afirmar que nuestro crecimiento económico es de baja calidad, que se basa en las materias primas, en el trabajo “indecente”, en bajos salarios, en una pésima distribución del ingreso y en una “fuga” hacia el exterior de nuestros compatriotas en búsqueda de un futuro mejor.

Estos datos, así como otros, como el daño ecológico, la creciente informalización, ilegalidad y tercerización de la economía, demuestran que la relación entre crecimiento e inclusión es dudosa y contradictoria.

Por eso vale la pena recordar a Paul Krugman, que nos dice que frente a la crisis internacional, las autoridades que manejaban el poder encontraron a economistas que les dijeron lo que querían oír, pese a que existían otros economistas que les advertían desesperadamente que los primeros estaban equivocados.

Para Krugman, fueron estas autoridades “los responsables políticos y la Gente Muy Seria los que decidieron (equivocadamente) quiénes eran serios y a quiénes merecía la pena escuchar, dando lugar a errores que ahora parecen cómicos. Pero no es una broma: es una historia de locura y desastre”. Y eso, nos puede pasar si seguimos ciegos a datos como los que acabamos de mostrar.