Re-copiado en su totalidad de la Revista Caretas: http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=1094&idSTo=0&idA=63162#.UVR1IhyQUys (en el enlace podrás ver, también, las actas de la Junta médica)
La semana pasada, CARETAS presentó como primicia el Acta de
la Junta Médica Penitenciaria que evaluó el estado de salud del expresidente
Alberto Fujimori.
El documento fue reproducido el domingo 24 en el programa
Cuarto Poder, que “levantó” el primer acápite del diagnóstico que registra el
cáncer de lengua que ha sufrido Fujimori, “sin evidencia actual de enfermedad”.
En realidad, esos términos son repetidos y ya conocidos a
partir de los otros exámenes practicados a Fujimori y filtrados los últimos
meses.
El cáncer de
Fujimori no se encuentra activo.
La estrategia para sacarlo del fundo Barbadillo es otra y
vincula la depresión propia del encierro con el riesgo de recurrencia de la
enfermedad.
Otro documento obtenido en exclusiva por CARETAS dibuja la
figura de modo más completo y revelador. Se trata del Protocolo Médico
realizado por la misma Junta.
Es el último paso completado por los evaluadores.
Sobre el Protocolo es que la Comisión de Indultos y Gracias
Presidenciales emitirá su recomendación al presidente Ollanta Humala.
Varios son los pasajes que podrían ser interpretados en ese
sentido por la Comisión. Entre ellos, con negritas destacadas por CARETAS:
–En las recomendaciones se encuentra la revisión de la
“estrategia terapéutica psiquiátrica (como medicación, psicoterapia, factores estresantes)”.
–“Recomiendan vigilancia estricta por riesgo suicida”.
–“Reforzar la esfera de socialización
y estimulación sensorial, terapia laboral”.
–“El aislamiento
social en la vejez secundario a una depresión está relacionado con un
declive de las capacidades físicas y mentales”.
–“Paciente debe continuar con su tratamiento continuo,
mejorar su actividad física a base de caminatas
continuas”.
–“Los factores de riesgo para la depresión en el adulto
mayor incluyen aislamiento social,
enfermedades médicas asociadas, polifarmacia, dolor crónico, insomnio
ocasional, abatimiento funcional, deterioro cognitivo. Por lo tanto, es indispensable mejorar los factores de
riesgo”.
El documento reitera la diferencia que se presentó entre los
cinco especialistas que el 22 de febrero realizaron el examen psiquiátrico:
Giovanna Lecussan, Delforth Laguerre, Andrey Sindeev, Jesús Calizaya y María
Isabel Vásquez.
Lecussan, Laguerre y Sindeev diagnosticaron a Fujimori
“trastorno depresivo recurrente con episodio actual depresivo grave sin
síntomas psicóticos” y recomendaron “vigilancia estricta por riesgo suicida”.
Calizaya y Vásquez solo señalaban “trastorno depresivo
moderado”.
El miércoles 20, los cinco tuvieron reuniones individuales
con los integrantes de la Comisión de Indultos, que buscaba arribar a un
consenso en la materia.
Fuentes del Ministerio de Justicia apuntan que hasta ahora
nadie ha recibido el beneficio por depresión.
Los fujimoristas responden que el problema real es que las
condiciones carcelarias agravan la salud del expresidente.
Y el indulto sí se suele otorgar cuando se considera que el
encierro empeora una enfermedad.
El congresista y médico de cabecera de Fujimori, Alejandro
Aguinaga, añade que en el 2001 –cuando el premier Juan Jiménez era viceministro
de Justicia– se dieron indultos hasta por diabetes.
En el quinquenio de Alan García se dieron 104 indultos
humanitarios.
El tema sigue a flor de piel.
La última encuesta de Ipsos arroja que el 55% de peruanos se
encuentra de acuerdo con el indulto. Se trata de un porcentaje cada
vez más estable.
En el Congreso la sensibilidad tampoco cede.
El lunes 25, la fujimorista Luisa María Cuculiza propuso
levantar la sanción de 90 días que pesa todavía contra Javier Diez Canseco, que
sufre de cáncer.
A las airadas protestas de Rosa Mavila, la compañera de
bancada de Diez Canseco, siguieron las declaraciones del acciopopulista Víctor
Andrés García Belaunde, quien reconoció que fue el de la iniciativa.
Finalmente, el Protocolo también confirma lo que era un
rumor.
En los “antecedentes de la enfermedad actual” se lee que
hace 5 años le recomendaron la “extirpación completa (de la lengua) con
márgenes libres”.
Según médicos especialistas del Instituto Nacional de
Enfermedades Neoplásicas (INEN), en la visita al nosocomio del expresidente en
mayo del 2008 –previo a la tercera operación para extraerle unos glaucomas– el
oncólogo Pedro Sánchez le planteó solucionar el problema mediante una cirugía
radical que extraía la mitad derecha del órgano.
Sánchez le explicó a Fujimori que los problemas en el hablar
derivados de la extirpación se podían solucionar mediante otra cirugía
plástica.
“Doctor, soy político, no puedo dejar de hablar”, aseguran
médicos testigos que fue la respuesta del exmandatario.
El
tiempo le dio la razón a Sánchez. Fujimori tuvo que ser intervenido hasta tres
veces después como apunta el protocolo médico.
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